En el siguiente escrito me propongo a que reflexionemos sobre un tema
muy importante en nuestras vidas y es sobre la integridad. Buscando el
significado de esta palabra encontré esta que me gusto mucho:
La palabra integridad viene
de la misma raíz latina que entero, y sugiere la
totalidad de la persona. Una persona de integridad es la misma persona en
privado que lo que es en público.
Quisiera tomar
la historia de un personaje que quizás muchas de ustedes ya conocen, han
estudiado sobre el o quizás ya se les había olvidado, en fin… un personaje que
a pesar de las influencias a su alrededor permaneció firme y muy importante se
mantuvo integro.
A quien me
refiero? Es al profeta Daniel. Daniel y sus amigos fueron capturados junto a
miles de hebreos por el rey Nabucodonosor y llevados a Babilonia. Los
amenazaron muchas veces para que cambiaran sus estilos de vida y se adaptaran a
su nuevo entorno. Alli les cambiaron sus nombres y les pusieron nombres babilónicos,
les ensenaron sobre literatura del lugar hasta quisieron reorganizar sus gustos
por la comida babilónica. Te imaginas que te lleven a un lugar diferente? Que te
obliguen a cambiar tus costumbres? Tu forma de vestir? De comer?
Pero más difícil
aun para Daniel el se rehusó a comprometer su santidad! Recuerden que Daniel tenía
un rango de influencia y servicio en la corte. En otras palabras no pasaba desapercibido,
si se negaba a realizar algo o a romper las leyes podría quedar sin su
distinguido puesto.
Bueno para
finalizar el resumen, llega la oportunidad para un grupo celoso y cizañeros
cuando comienzan convencer al rey Dario de que firmara un decreto para que
todos por 30 dias dirigieran sus oraciones y peticiones solo a el y a ningún otro
dios. El castigo era la pena de muerte en el foso de los leones, casi nada!
Aquí es que
viene lo bueno! Que hizo Daniel? Sacrificarse por su trabajo?, en fin el podría
decir solo son 30 días y Dios conoce su corazón. Daniel tuvo que decidir, podía
bajar su estándar por un tiempo, podía orar en forma privada sin que nadie lo
viera. Llevar una doble vida para salvar su posición y su vida.
Pero no! Daniel permaneció
integro. No cambio sus normas para conformarse con un nuevo régimen. No cambio
sus convicciones para seguir siendo popular y aceptado. No escondió su
reverencia para evitar que lo descubrieran. Permaneció seguro, fuerte y firme. Siguió
siendo el mismo a puertas cerradas y a puertas abiertas. No se derrumbo ante la
presión y la tensión.
Mi amada hermana
que me lees, hoy en día quizás no nos capturan como en estos tiempos lo hacían,
pero hay algo aquí muy importante sobre el cual necesitamos reflexionar cada
dia. La pregunta que te hago es la siguiente, te has visto en alguna ocasión a
cambiar tu forma de ser por algún momento de tu vida? Quizás en el trabajo, con
la familia, con un grupo de amigos? Te comportas de una manera cuando estas
junto a compañeros de trabajo, amigos o algún familiar inconverso por miedo a
que te rechacen? Se burlen de ti? Quizas para no incomodarlos evitas hablar de “religión”? Si esto es así, he puesto el dedo en la
llaga! Echado sal a la herida!
Hoy en día
necesitamos vivir de forma íntegra, vivir conforme a la Palabra de Dios, ser
los mismos en nuestra intimidad como en público. Aprender del joven Daniel,
quien no le importo si quiera morir de una forma espantosa como era ser despedazado
por los leones hambrientos.
En nuestra vida
vamos a pasar por momentos donde seremos tentadas a cambiar nuestras
convicciones aunque sea por unos minutos, en ese momento debes recordar a que
Dios estas sirviendo. Un Dios todopoderoso que se merece la gloria y la honra
siempre!
Leyendo un tema
del libro La resolución para mujeres, leí este ejemplo que me encanto;
Ella estaba con
sus hijos jugando en un parque y a los niños les da con cruzar un árbol grandísimo
que se había caído sobre una barranca y pasaban sobre el haciendo equilibrio
para no caerse. Cuando le toco el turno a ella, porque los niños querían que
ella pasara. Todo comenzó muy bien hasta que paso al medio de aquel tronco, comenzó
a hacer un sonido raro y se partió. Allí cayo ella al piso y se preguntaba que había
pasado. Descubrió que el tronco grande y fuerte (visto de afuera) por dentro
estaba completamente seco. No pudo aguantar la presión del peso.
De esto podemos reflexionar
lo siguiente: “Tarde o temprano, las
presiones inevitables de la vida revelaran la verdad de lo que hay dentro de
todas nosotras.”
Al final de la
historia de Daniel, su integridad lo salvo! Dios mantuvo cerrada la boca de los
leones, lo preservo intacto y evito que lo hicieran pedazos. El rey quedo tan
pasmado que emitió un decreto reconociendo al Señor como el único Dios
verdadero.
Nuestra
integridad mi querida hermana, es demasiado importante como para ponerlo en
riesgo por cualquier situación de la vida. No hay nada mejor que los demás nos
vean como una buena influencia, un ejemplo que llevara a los que te rodean a
parecerse más a Cristo. Ademas este es el mejor legado que podemos dejar a
nuestros hijos.
“Camina en su integridad el
justo; sus hijos son dichosos después de él” Proverbios 20:7
Cuando
vivimos en integridad estamos honrando al Señor, en cambio si no estamos
viviendo íntegramente, si haces trampa en una que otra cosita, mientes con
facilidad, te comportas diferente cuando estas frente a ciertas personas solo
por agradarles, incluso si te comportas de una manera espiritual cuando estas
junto a hermanos de la fe y en tu intimidad actúas totalmente diferente o vives en pecado, lamentablemente
no estás honrando a Dios como deberías. La integridad no es algo que se nace
con ella, es una decisión que tomas diariamente, “voy o no voy hacer tal cosa”.
"El que anda en integridad
anda seguro, mas el que pervierte sus caminos será descubierto." Probervios 10:9
Evaluemos nuestro
corazón, pregunta como esta tu integridad, necesitas cambiar algo en ti que
hasta ahora te das cuenta Dios quiere trabajar contigo. No sigas viviendo como
bien te parezca o más fuerte, como te da la gana, porque tarde o temprano saldrá
a la luz lo que en realidad eres. Comienza ya! Palabras un poco fuertes pero
Dios quiere que vivamos en santidad, ya basta de que el mundo nos dicte y
moldee nuestra manera de vivir.
Dios te Bendiga!
Iris Medina
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